ominoso
adj.
Abominable, despreciable y digno de condena: Pegar despiadadamente a un niño es un acto ominoso.
Etimología:
Para los latinos, el sustantivo omen, ominis significaba 'presagio', y no necesariamente un mal presagio, sino más
bien un pronóstico que quedaba librado al azar, a la voluntad de los
dioses. En efecto, Tito Livio y Virgilio usaban la expresión omen facere con el sentido de 'pronóstico' o 'indicio de lo que ha de ocurrir'.
Algunos de estos presagios o augurios podían ser muy buenos, como cuando
Cicerón decía faustis ominibus aliquid prosequi, para para expresar sus deseos de éxito para alguna iniciativa.
Sin embargo, ya Plinio empleaba ominosus con el sentido adjetival de 'de mal agüero', que llegó a nosotros como ominoso.
Corominas afirma que este vocablo aparece por primera vez en nuestra
lengua en el siglo XVII. Sin embargo, en el corpus histórico de la
Academia (CORDE)1 aparece esta referencia de sor Juana Inés de la Cruz, de entre 1666 y 1695:
Aplaude
la ciencia astronómica del Padre Eusebio Francisco Kino, de la Compañía
de Jesús, que escribió del Cometa que el año de ochenta2 apareció, absolviéndole de ominoso.
En la edición de 2001 del diccionario de la Academia, ominoso aparece
con la denotación de 'azaroso, de mal agüero, abominable, vitando'. Esta
última palabra, poco usada actualmente, proviene del latín vitandus (que se debe evitar). En la primera edición del diccionario académico
(1737), la palabra aparecía con el significado de 'azaroso, con agüero y
pavor'.
1 Consultado el 9 de marzo de 2011.
2 Probablemente se refería al tránsito del cometa Halley, en 1682